Y caminé sobre fuego

Y sí, anoche Sábado 22 de Octubre de 2011 caminé sobre brasas ardientes, algo que nunca me imaginé que ni siquiera intentaría en mi vida.

Yo, Ana Maria, ingeniera, científica apasionada, de pensamientos racionales pero muy sentimental ya había investigado acerca del tema. Encontré una razón y una teoría física para que esto fuera realmente posible. Sin embargo en Mith Busters, nuestro querido Adam se quemó los pies al caminar por encima, aqui el video del quemón: http://www.youtube.com/watch?v=7dgpsI1MdQI. Fue asi que todo racionamiento acerca de teorías físicas quedó derrumbado en mi mente… siguiente estado: pánico (Si Adam se quemó, yo también me puedo quemar).

Todo el día estuvimos en preparación física y mental para tan esperado suceso… un día en el que volvimos a ser niños, sin miedos, sin prejuicios ni predisposiciones a nada. Llegó la noche y a eso de las 9pm finalmente la energía de todos estaba al máximo, en una rumba genial, bajo un poco de lluvia en una zona verde de una finca hermosa cerca a Caldas (Antioquia). Bailando y saltando fuimos pasando uno a uno, éramos unas 35 personas en el lugar con las mismas ganas de comprobar que uno puede hacer todo lo que su mente se imagine…

Fui la número 19 en pasar encima de las brasas ardientes, pasé ya sin nervios de la emoción que sentía en el momento… y que se siente: NADA! No alcancé a sentir ni el calor de las brasas… lastimosamente parece que me quedé sin mi foto pasando por el fuego, entre todas las que se tomaron y han compartido mis compañeros, no he visto la mia… pero faltan algunas personas por compartirlas… esperemos que esté entre esas.

Fueron 6 pasos encima del fuego y llegué de nuevo a pisar el pasto, donde me di cuenta que se me había pegado un carbón encendido en el dedo gordo del pie izquierdo, inmediatamente arrastrando el pie en el pasto me lo zafé. Fue lo único que me dolió un poco y fue la única ampollita que me salió… no es nada, para ver que en 6 pasos encima del fuego ni siquiera se sintió calor, gracias a que mis botas azules de hielo imaginarias me protegieron en el recorrido. Por lo menos tengo el recuerdo con esta foto, ya un día después con el pie medio limpio!

Lloré como Magdalena, abracé la madre tierra por reafirmarme eso que siempre he sabido, pero que tenía olvidado este año con tanta cosa difícil por la que he pasado: Puedo hacer todo lo que me imagine en la vida, incluso cosas que para otros son imposibles, incluso cosas en las que otros han fallado (Como Adam de Mithbusters)

Este momento quedó anclado en mi alma, solo tengo que recordarlo en cualquier momento de mi vida que parezca que pederé de nuevo la esperanza. Porque no estoy sola, porque si caminé sobre fuego, puedo hacer cualquier otra cosa…

El siguiente reto en unos meses, será caminar sobre vidrio… vamos a ver cómo nos va.